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Resumen de la clase del 9/10/17 de la asignatura Antropología de los Espacios Urbanos del máster de Antropologia y Etnografía de la UB.
SIMMEL COMO TEÓRICO DE LA FRAGMENTACIÓN SOCIAL
Manuel Delgado
En esta introducción a Georg
Simmel quise hacernos notar su importancia como teórico de la modernidad, en el
sentido baudeleriano, es decir en el de “lo efímero, lo fugitivo, lo contingente”,
esto es aquello que estoy asociando con "lo urbano". La idea central
en Simmel es que no es que es aceptable la cosificación de la sociedad. No es
posible trabajar a partir de un concepto global de sociedad, y menos en un sentido casi místico como el que Durkheim
proponía. Simmel nos hace análisis plenos de sensibilidad, sobre aspectos de la
vida diaria aparentemente triviales o marginales.
Nadie ante había trabajado antes
los momentos fugitivos. Sus descripciones corresponden a auténticas “viñetas
sociales”. El problema que se plantea en primer término es el cómo capturar lo
fugaz y lo fragmentario de la realidad, cada uno de los detalles de la
realidad, la imagen instantanea de la interacción social, todo lo que Simmel denomina
las “formas de sociación” y que la sociología formal no era capaz de captar ni
analizar.
Simmel concibió la sociedad como
una interacción de sus elementos moleculares mucho más que como una substancia.
La sociedad existe “cuando ciertos individuos entran en interacción y forman
una unidad temporal o permanente”. La interacción no es tanto una fuerza que
actua en un cierto sentido como atomismo complejo y altamente diferenciado, del
cual resulta imposible inferir leyes generales
Para Simmel, la sociología debía
consistir en una descripción y un análisis de las relaciones formales de
elementos complejos en una constelación funcional. La sociedad no era una cosa
sino el resultado de una interacción constante. Por ello la sociología tiene
como objeto “las formas de la interacción”. Las formas sociales más complejas
son extensión de interacciones más simples entre los individuos. Esto se
traduce en una atención preferente o exclusiva por los “procesos moleculares
microscópicos del material humano, que exhiben a la sociedad, por decirlo así, statu nascendi. Esos “delicados e
invisibles lazos que se tejen entre una persona y otra son accesibles mediante
la microscopía psicológica."
No se trataba de analizar las
“estructuras de orden elevado y supraindividuales”, sino también los lazos
sutiles, invisibles, que vinculan a los individuos entre sí, los “fragmentos fortuitos
de la realidad social”, a partir de la “posibilidad de encontrar en cada uno de
los detalles de la vida la totalidad del significado de ésta”.
Desde el principio de su trabajo
Simmel detecta un “principio regulador del mundo de que todo interactúa de
alguna manera con todo lo demás”. Las relaciones entre las cosas están
sometidas a un fluir constante : “Entre todos los puntos y todas las fuerzas
del mundo existen relaciones en movilidad constante”, como consecuencia de esa
“tendencia general del pensamiento moderno, con su disolución de sustancias en
funciones, de lo estático en permanente en el fluir de una incesante evolución”
La sociología de Simmel se funda
en la idea de que la naturaleza de la existencia social está gobernada por la
labor de los individuos en tanto que actores
-protagonistas de la acción- y el papel o rol, y se revela no sólo por la
imagen del otro sino también por el conocimiento del contexto estructural en
que tiene lugar la acción social del individuo.
El papel social es la mediación
entre lo que S. llama sociabilidad y
lo que denomina socialidad. La sociabilidad es el modo de estar ligar a
un todo y por un todo. La socialidad
es la cualidad de estar socializado y se opone antinómicamente a individualidad. No se trata de que los
individuos jueguen dentro de la sociedad sino que realmente juegan a la sociedad. La sociología de la
sociabilidad de Simmel ilustra la búsqueda de formas puras de asociación e
interacción, formas puras que sólo pueden hallarse en interacciones sociales
efímeras y en apariencia insignificantes.
En Simmel hay una propuesta de
teoria del espacio. El espacio es, para Simmel, una forma sin efecto, una forma
que ha de llenarse con energías sociales. Son las actividades, las acciones de
los actores sociales las que crean el espacio. Retoma la idea de Kant del
espacio como la “posibilidad de juntar”, por cuanto la interacción torna lo que
estaba previamente vacío en algo para
nosotros, lo llena en tanto que lo hace posible.
Existen para Simmel ciertas
cualidades básicas de las formas espaciales que la vida comunitaria tiene que
tomar en cuenta : la exclusividad del espacio, sus límites, la situación o
ubicación de las formas sociales en el espacio, la proximidad y la distancia y
la posibilidad de moverse de un lugar a otro -la accesibilidad-. Los
determinantes espaciales de la existencia del grupo o del individuo están en
fluir constante. De hecho, Simmel elaboró una teoría del “espacio vacío”, la
tierra de nadie, que “se revela como agente y expresión de la interacción
sociológica”. En tanto que precondición formal de la interacción social y como
espacio postergado, en blanco, su
análisis todavía está pendiente y corresponde a una posible sociología o
antropología de los espacios urbanos.